Guadalupe Sabio consigue una ayuda de 10 millones de euros del Consejo Europeo de Investigación para buscar un fármaco capaz de proteger el corazón de la grasa perjudicial
Guadalupe Sabio, jefa del Grupo de Interacciones Metabólicas en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha obtenido una ayuda ERC Synergy del Consejo Europeo de Investigación. Junto con grupos de investigación de Reino Unido, Dinamarca y Estados Unidos y con una dotación de 10 millones de euros, la investigadora —que obtuvo una Beca Leonardo en Biomedicina en 2017— aspira durante los próximos seis años a encontrar un fármaco capaz de proteger el corazón de la grasa perjudicial.
27 noviembre, 2025
Hasta hace poco, se asumía que el riesgo de cáncer, enfermedades cardiovasculares o diabetes asociado a la obesidad se debía al peso de la grasa corporal, pero Sabio desmiente esta conexión tan directa. “Lo que importa —explica la investigadora— no es la cantidad de grasa, sino su calidad y su buen funcionamiento. La grasa es un órgano cuyas células cumplen una función, y el riesgo aparece cuando no la realizan de manera adecuada. Sin embargo, aún no sabemos cómo se comporta la grasa y cómo influye eso en otros órganos y tejidos”.
Para estudiar el comportamiento de la grasa y su papel en la obesidad, la investigadora ha formado un consorcio de cuatro países —España, Reino Unido, Dinamarca y Estados Unidos— con los que ha obtenido una ayuda ERC Synergy de 10 millones de euros para llevar a cabo el proyecto titulado ‘Descifrando el papel del tejido adiposo en la salud y la enfermedad cardíacas: ADIPOhealth’.
El proyecto investigará la función que desempeña la grasa corporal, o tejido adiposo, un órgano cuyas células secretan moléculas que viajan por la sangre y regulan el metabolismo de otros órganos. Cuando estas señales se vuelven disfuncionales, se pueden desencadenar enfermedades. “Los médicos ahora no tienen herramientas para diagnosticar la enfermedad del tejido adiposo y, en consecuencia, saber los riesgos reales a los que se enfrenta ese paciente”, argumenta Sabio.
Dilucidar el papel de la grasa en los tratamientos contra el cáncer
Aunque esta investigación se centrará en la influencia de la grasa corporal en el corazón, se espera que los resultados ayuden a aclarar también su papel en otras enfermedades como el cáncer, ya que un 60% de los casos de abandono de tratamientos de cáncer se deben a problemas cardíacos. Así, el proyecto pretende comprender cómo las células de grasa controlan el corazón para poder adaptar los tratamientos antitumorales en las personas con sobrepeso y obesidad.
Por ello, el primer objetivo de la investigación es identificar los cambios que se producen en la grasa disfuncional, y cómo estos cambios pueden alterar la comunicación de las células de grasa en el corazón. El equipo científico buscará sustancias que secretan estas células de grasa cuando son disfuncionales, y que puedan servir como dianas terapéuticas. Estas sustancias —conocidas como biomarcadores— permitirán distinguir la grasa sana de la que no lo está, para identificar qué personas con sobrepeso u obesidad tienen mayor riesgo cardiovascular. El proyecto contempla, además, desarrollar un fármaco dirigido a los biomarcadores que permita evitar los efectos perniciosos del mal funcionamiento de las células de grasa —un comportamiento que también se puede dar en personas delgadas y conducir, por ejemplo, a enfermedades hepáticas—, e incluso diseñar nanopartículas que puedan administrarse y llegar directamente hasta el corazón.
En su proyecto Leonardo, Sabio descubrió un mecanismo que controla la aparición de un tipo de cáncer de hígado. Se trata de una proteína que, si se bloquea, reduce drásticamente tanto la incidencia como la progresión de este tipo de cáncer, el colangiocarcinoma. Esta proteína está asociada a la obesidad y la diabetes, ya que es parcialmente responsable de que el hígado almacene grasa en exceso, y Sabio planteó desarrollar un medicamento que la inhibiera para tratar este tipo de cáncer.