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Exposición de varias obras realizadas gracias a la Beca Leonardo en Artes Plásticas 2023

Inés Molina aúna fotografía, astronomía y filosofía en una muestra en el MAC de Santiago

NORA GONZÁLEZ FORNÉS

En 1839, François Arago, astrónomo y político francés, presentó en la Academia de Ciencias de París la invención del daguerrotipo y de la fotografía, alegando que era la primera imagen que iba a mostrar las cosas tal y como eran, sin necesidad de intermediación humana. Ese es el punto de partida que tomó la artista Inés Molina para elaborar la exposición Naturaleza fotográfica. Vol. 1: Espacios de tiempo, que se puede visitar desde el 9 de agosto y hasta el 19 de octubre en el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago de Chile, y en la que Molina exhibe algunas piezas realizadas en el marco de su Beca Leonardo, cuyo objetivo principal es transformar su tesis doctoral de Filosofía en un proyecto artístico condensado en un libro.

25 septiembre, 2025

Inés

Molina Navea

“Durante siete años desarrollé mi tesis doctoral, que llamé Naturaleza fotográfica, y que se divide en tres partes: la primera es sobre astronomía, la segunda sobre la representación del salvaje en occidente y la tercera sobre la estética fotográfica. Con la Beca, estoy produciendo diversas piezas para canalizar mis conclusiones filosóficas a través del arte, con un foco importante en la fotografía, y en esta exposición he incluido solo obras de la primera parte de esta tesis”, aclara la artista.

En la exposición, la figura de Arago sirve como ancla para elaborar una reflexión acerca de la fotografía como instrumento esencial para el desarrollo científico y el progreso político del modelo democrático. “Arago, que también era profesor del Observatorio de París, impartió unos cursos de astronomía popular para obreros en los que, a través de metáforas estelares, proyectó la idea de una sociedad que no estuviera regulada por reyes y jerarquías del Antiguo Régimen. Por ejemplo, dijo: ‘Ustedes ya no son habitantes de la Tierra; desde hoy son habitantes del cielo”, explica Molina, que hace eco a esta idea a través de una serie de 32 fotograbados de la luna, acompañados de un poema que el escritor francés Victor Hugo escribió a Arago después de que lo invitara al Observatorio.

“Espacios de tiempo”, parte del nombre de la muestra, hace referencia precisamente a esa característica de la fotografía para operar como una ventana que ofrece vistas a un afuera simbólico, tanto temporal como espacial. “Cuando surgió este arte, en muchos casos, como en el de la colonización, la fotografía llegaba tarde, por lo que se hicieron muchas escenificaciones para crear las imágenes coloniales que nos han llegado hasta hoy. Estas figuraban un pasado que nadie sabe si existió, y ahí también entra en juego la representación del salvaje”, desarrolla la artista. En la muestra, Molina alude a este dilema con imágenes esteroscópicas de los parisinos Jardin des Plantes y Jardin d’Acclimatation. En este último tuvo lugar el zoológico humano que se mantuvo más de medio siglo abierto. Molina ha hecho fotos de las palmeras y de la vegetación utilizada como decorado de ese zoológico.

Pero además, la doctora en Filosofía alega que la fotografía opera como una ventana a otros mundos más allá de la Tierra. Molina argumenta que Arago habló de imágenes del espacio y de la luna como espacios astronómicos habitables, “fuera de la linealidad del progreso imperante del sistema capitalista”, que se consolidó en el siglo XIX. “Por un lado está este pasado de la Tierra que ya no existe, y por otro, este mundo más allá de la Tierra. Imaginar estos dos ‘afueras’ a través de las técnicas fotográficas jugando con dispositivos ópticos es algo bastante característico del siglo XIX”, resume.

A la investigadora le llamó la atención que en la exposición que Arago hizo de la fotografía, en la que sostenía que esta iba a cambiar el mundo, no había ninguna muestra de lo que estaba hablando. “Es un discurso muy curioso, que promueve un invento, sin el invento ni el inventor. Analizándolo en más detalle, vemos que Arago planteó todos los problemas que surgieron de ese nuevo arte hasta ahora, con la irrupción de la inteligencia artificial, partiendo de la premisa de que la fotografía iba a ser la primera imagen sin mentira. Es algo muy visionario”, observa Molina.

Esta primera presentación causó una gran impresión en artistas e investigadores posteriores. Por ejemplo, la fotógrafa Gisèle Freund, pionera en hacer una tesis doctoral sobre este arte, afirmó que el discurso de Arago era profético, y el filósofo Walter Benajmin cita al político francés en Breve historia de la fotografía ensalzando su capacidad de hacer una cosmología de este arte. “Lo hermoso en este discurso [de Arago] es cómo conecta con todos los lados de la actividad humana”, escribió Benjamin.

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