La Fundación BBVA apoya a 60 investigadores y creadores que podrán desarrollar proyectos personales en un momento clave de su carrera
Entre las ideas con mayor capacidad para renovar e impulsar la sociedad están las procedentes de un colectivo de investigadores, creadores, artistas, profesionales que se encuentran en un periodo intermedio de su carrera, una fase entre la joven promesa y el senior consagrado en que se han obtenido ya los primeros resultados significativos, pero una gran parte de la producción está aún por llegar. Las Ayudas a Investigadores y Creadores Culturales de la Fundación BBVA quieren contribuir a reconocer y consolidar a los miembros más fructíferos de este colectivo altamente cualificado, que pese a su valor y potencial a menudo no han alcanzado la estabilidad laboral.
28 julio, 2016
Concluida esta mañana la labor de la Comisión General de Evaluación de la tercera edición de las Ayudas a Investigadores y Creadores Culturales, que ha estudiado las decisiones de las 11 comisiones evaluadoras de cada área del programa, la Fundación BBVA ha resuelto conceder 60 ayudas individuales dotadas en total con 2.200.000 euros -unos 40.000 euros cada una-.
Son ayudas diseñadas para aprovechar la iniciativa personal, el talento innovador y la creatividad de personas con gran formación y bien situadas en el escenario internacional del conocimiento en su disciplina, a quienes se apoya para que hagan realidad proyectos originales y audaces sobre cuestiones de gran interés para el conjunto de la sociedad en más de una decena de áreas. Las ayudas se otorgan por tanto a la persona -no al conjunto de su equipo, aunque necesite un grupo para llevar adelante su proyecto-, y admiten amplios márgenes de autonomía y flexibilidad en la gestión de los recursos.
Estos rasgos distintivos, y el hecho de dirigirse a un colectivo en el periodo intermedio de su carrera, son lo que hace única a esta convocatoria. Las Ayudas a Investigadores y Creadores Culturales se enmarcan así en la actividad recurrente de la Fundación BBVA, que apoya sólidamente a la investigación y la creación en un continuo que va de las ciencias naturales, las tecnologías o las humanidades a la creación.
En esta edición de las Ayudas se han recibido cerca de 1.800 solicitudes en total, distribuidas en 11 áreas a las que se concede el mismo peso y que cubren múltiples dominios del conocimiento: ciencias de la naturaleza y de la vida, salud humana, ciencias sociales, humanidades, tecnología y creación artística y cultural. Cada área ha contado con una comisión evaluadora formada por expertos de primer nivel y presididas por personalidades como Darío Villanueva, director de la RAE, en Creación Literaria y Teatro; el profesor de Investigación del CSIC Carlos Duarte en Biología y Ciencias del Medio Ambiente; el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, en Artes Plásticas y Arte Digital, o el director del Ciemat, Cayetano López, en Ciencias Básicas.
Carlos Duarte ha destacado que esta convocatoria se dirige a un colectivo que, a su juicio, “está desatendido. Están en un momento frágil de su carrera, en el que, a pesar de haber demostrado su valía, no logran consolidar su posición porque van agotando sus posibilidades laborales y de financiación en el sistema público y, dada la falta de convocatorias públicas de empleo, si no pueden consolidar su puesto llegan ante un salto al vacío en el que la única opción puede ser irse fuera. Incluso entre quienes sí tienen una posición estable, esta ayuda puede ser la piedra fundacional sobre la que construir un equipo o consolidar lo que ya han hecho”.
Una opinión con la que coincide Darío Villanueva, que añade un matiz: “Estas ayudas apoyan a personas en un momento crucial de sus carreras, cuando ya han acreditado su valía pero todavía no han llegado a su expresión máxima y se mueven en la inestabilidad laboral.
En el caso de los creadores, suponen comprar libertad, que es un requisito necesario sin el que no se puede avanzar aun teniendo talento, ideas y proyectos”.
La convocatoria es abierta y competitiva, dirigida a personas físicas, españoles o con residencia permanente en España de entre 30 y 50 años. La selección de los receptores tiene en cuenta sobre todo el currículo del solicitante, al que se da un peso del 70% frente al 30% que se otorga al proyecto presentado.
Profesor contratado, con amplia experiencia internacional
Los beneficiarios cuentan con un plazo de entre seis y 18 meses para desarrollar su proyecto. Su edad media es de 40 años, aunque varía por áreas -desde los 46 de media en Artes Plásticas y Arte Digital a los 38 años en Economía, Finanzas y Gestión de Empresas-.
También hay mucha variabilidad en la distribución por sexos, con una amplia mayoría de mujeres en Biomedicina y predominio de hombres en Música y Ópera. Trabajan sobre todo en Madrid y Cataluña, pero el País Vasco, Valencia y Andalucía concentran también numerosos proyectos; otros proceden de Galicia, Asturias y Castilla.
Desde el punto de vista laboral, la mayoría de los receptores no tiene una posición consolidada. Predomina el régimen de contratación laboral, bien como profesor doctor -11- o como investigador contratado en distintos programas, entre los que destaca el Ramón y Cajal, con 14 de los receptores. También han sido seleccionados 13 profesores titulares y 6 profesores asociados.
En cuanto a su trayectoria, en las áreas de investigación los seleccionados cuentan con una amplia experiencia internacional y están en conexión con redes y proyectos fuera de España. La convocatoria también contribuye a atraer y retener talento internacional, como ocurre en el caso de los seis receptores de otras nacionalidades que desarrollarán su proyecto en España.
Proyectos audaces de gran interés social
Como cabe esperar por la diversidad de áreas cubiertas, los proyectos que han resultado financiados abordan cuestiones enormemente variadas. En el ámbito de la salud los investigadores estudian enfermedades de alta incidencia, como el infarto de miocardio, el cáncer, las neurodegenerativas o la diabetes. Por ejemplo, uno de los proyectos desarrollará una herramienta interactiva para evaluar la actividad mental de personas con Alzheimer; otro analizará miles de sustancias en busca de nuevos compuestos que ayuden a combatir la obesidad.La gravedad de los problemas que plantean el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la sostenibilidad energética hace que estos retos emerjan desde ángulos muy diversos: se busca nuevos catalizadores químicos para obtener más energía de la biomasa; analizar el impacto económico de los acuerdos de la Cumbre de París; desarrollar cristales inteligentes para edificios más eficaces en su consumo de energía; o estudiar la respuesta de las especies invasoras al aumento de temperaturas. Varios proyectos abordan también la contaminación en la ciudad, buscando por ejemplo materiales menos tóxicos para desarrollar frenos de automóviles que no enturbien el aire urbano.
En ciencias sociales varios investigadores analizan aspectos relacionados con internet: desde la influencia de las conversaciones en redes sociales en la reputación de las empresas, hasta el uso de estas redes por parte de los gobiernos de España y otros países. También estudiarán la influencia en los modelos de negocio del ‘big data’ -la capacidad de almacenar y gestionar cantidades ingentes de información-, los fenómenos migratorios, y la posibilidad de prevenir la corrupción. En el ámbito de la creación artística uno de los proyectos se centra en la recuperación de patrimonio musical: estrenar en concierto música que sonó en el siglo XVII en la corte de los príncipes soberanos de los Países Bajos españoles.
En total, 60 proyectos personales de otras tantos receptores seleccionados en esta edición que se suman a los 119 investigadores y creadores que recibieron las Ayudas Fundación BBVA en las dos primeras convocatorias y que forman una red de excelencia que ya está realizando aportaciones relevantes en sus respectivas áreas de conocimiento y creación.