BIOGRAFÍA
MÁS SOBRE
Sofía MoroSofía Moro Valentín-Gamazo (Madrid, 1966) es una fotógrafa independiente especializada en retrato editorial que ejerce como docente en las escuelas Lens, Efti, TAI, Espai d’art fotografic y en el marco de PhotoEspaña. Sus fotografías han aparecido en medios nacionales como El País Semanal o Vanity Fair e internacionales como Monocle, Libération, La Repubblica, Die Zeit, Financial Times o The New York Times. Ganadora del premio Foto Nikon en 2009, sus proyectos personales giran en torno a la defensa de los derechos humanos. Es la autora de varios libros de fotografía y durante dos años escribió sobre esta disciplina en el portal Soitu.es.
PROYECTO
Este proyecto fotoperiodístico consiste en la edición de un libro de denuncia social en torno a la idea de la pena de muerte como una práctica inhumana que afecta a la libertad y la dignidad de las sociedades y los individuos, con el objetivo expreso de que sirva para avanzar hacia su abolición universal. Para ello, el planteamiento desde el que arranca la autora es abordar, en una serie de reportajes, entrevistas, encuentros y reflexiones de expertos o protagonistas de situaciones previas a la ejecución, la situación de la pena capital en cinco países que aún la contemplan en su Código Penal: Estados Unidos, Japón, Bielorrusia, Malawi e Irán. El proyecto contempla el libro como un compendio del trabajo fotográfico y documental de casi diez años, que constituye, según su planteamiento, un poderoso instrumento en la lucha por la defensa de los derechos humanos.
RESULTADOS
¿Quién merece morir? es el título del libro editado con la ayuda recibida. El trabajo muestra la absoluta imposibilidad de construir un sistema limpio y justo que determine de forma infalible quien merece morir. Las historias de las personas que han sobrevivido a los corredores de la muerte que aparecen retratadas en este libro son claros ejemplos de que no importa lo horrible del crimen cometido, la pena de muerte no imparte justicia sino venganza. El libro hace un recorrido por cinco países que retienen la pena de muerte en su Código Penal: Estados Unidos, Japón, Bielorrusia, Malawi e Irán. Las entrevistas y testimonios de expertos, académicos, activistas, abogados, jueces, verdugos, presos condenados a muerte, familiares de condenados y de ejecutados, etc. muestran como independientemente del grado de desarrollo, de la religión mayoritaria o del color político en el poder, la pena capital es racista, clasista, oportunista, acaba con la vida de inocentes y puede ser utilizada por los Estados como una poderosa herramienta de control gubernamental y de represión en forma de violencia extrema aparentemente legal. Pero, por encima de todo, es tremendamente inhumana y cruel y es absolutamente incompatible con la defensa de los derechos humanos.