mosca_vinagre_1600x650

NOTICIA

Los cambios de temperatura reducen las consecuencias negativas del conflicto sexual

MARÍA PÉREZ ÁVILA

Una investigación del biólogo Pau Carazo demuestra que introducir cambios en la temperatura óptima de la mosca del vinagre reduce el conflicto sexual que hay entre machos y hembras de la especie en el momento de la reproducción. Carazo obtuvo una Beca Leonardo 2018 en el área de Biología, Ciencias del Medio Ambiente y de la Tierra para estudiar cómo el calentamiento global puede modular la evolución por selección sexual. Este es el primer estudio publicado en el marco de dicho proyecto.

3 abril, 2019

Perfil

Pau Carazo

En el momento de la reproducción, el macho de la mosca del vinagre (Drosophila melanogaster) transfiere a la hembra, en su eyaculado, unas sustancias que incrementan la fecundidad de sus parejas a corto plazo a la vez que reducen su receptividad frente a otros machos. Sin embargo, dichas sustancias resultan tóxicas para las hembras, que ven reducida de forma dramática su esperanza de vida.

Este fenómeno, en el que los intereses evolutivos de un sexo no coinciden con el del otro y la hembra resulta dañada, se conoce como conflicto sexual y es habitual en el mundo animal: hay machos que buscan aparearse a una tasa muy superior que las hembras, otros desarrollan espinas en su órgano reproductor. Ante este tipo de comportamientos, las hembras de algunas especies han desarrollado la respuesta de huir o defenderse. Esta lucha entre sexos puede reducir la viabilidad de una población hasta, incluso, llevarla a la extinción.

Ahora, un equipo de investigadores, dirigido por el becario Leonardo Pau Carazo junto con los investigadores Roberto García-Roa (autor principal del trabajo) y Valeria Chirinos, de la Universidad de Valencia, ha demostrado que los efectos de la temperatura ambiental sobre el conflicto sexual pueden ser claves para entender la viabilidad de las poblaciones naturales, particularmente en el contexto actual de calentamiento global. El trabajo se ha publicado en la revista Functional Ecology.

Carazo explica que “si las hembras no están en su óptimo evolutivo significa que no están produciendo lo que podrían llegar a producir” y, por tanto, este conflicto sexual, en función de la intensidad que tenga, reduce la viabilidad de la especie.

Pau Carazo Ferrandis, becario Leonardo 2018 en el área de Biología, Ciencias del Medio Ambiente y de la Tierra.

En este contexto, han estudiado cómo afecta la temperatura a ese conflicto sexual en el caso de la mosca del vinagre. “Cuando variamos la temperatura óptima para la especie –que es de 25º C–, tanto aumentándola como disminuyéndola, el conflicto sexual se reduce en un 23%”, señala el investigador.

Esto no quiere decir el cambio climático vaya a beneficiar a la especie, pero sí puede compensar su efecto. “El cambio climático es una amenaza en términos de extinción para muchas especies, pero ésta puede verse compensada al recuperar parte de la productividad”, aclara. “Estos resultados sugieren que en muchos casos en los que, a priori, la especie en cuestión es más vulnerable al calentamiento global, podría no serlo más que el resto de las especies”, añade.

Aunque todavía no han identificado la causa por la que se reduce el conflicto sexual con la modificación de la temperatura Carazo indica que sospechan que parte de la razón se encuentra en que la temperatura influye en el esperma de los machos. “Creemos que las sustancias tóxicas que transmiten los machos no están funcionando como lo hacen a la temperatura óptima”, aclara Carazo.

Considera que esta línea que plantean es muy prometedora y en esta dirección irán sus próximas investigaciones. “Lo primero que queremos hacer es replicar este estudio con poblaciones naturales, y estudiar cómo afecta la temperatura al esperma de los machos de la mosca del vinagre. Y después, extenderlo a otras especies”.

Este estudio también ha contado con la financiación de la Generalitat Valenciana a través de un proyecto para jóvenes investigadores de excelencia.