El ensemble Concerto 1700, dirigido por Daniel Pinteño, durante el concierto Sones y Danzas de la España Antigua

Ideada por Daniel Pinteño, beneficiario de una Beca Leonardo

Una ‘jam session’ barroca para recuperar las raíces populares de la música antigua

Patricia Contreras Tejada

“En los siglos XVII o XVIII, como en todas las sociedades, había distintos niveles intelectuales. Lo que se hacía en la Capilla Real no sera la música que se cultivaba en las tabernas u otros ambientes populares”, afirma Daniel Pinteño, violinista barroco y director del ensemble Concerto 1700. Bajo esta premisa nace su proyecto Back to Follia!, concebido en 2019 y grabado por primera vez en 2024. El proyecto también ha formado parte de la Temporada de Música de la Fundación BBVA, con el concierto Sones y danzas de la España antigua. “Está siendo un éxito tanto en concierto como en disco. Es nuestro disco que más se está vendiendo, se escucha desde México hasta Canadá, Suiza, Argentina o Japón”, apunta Pinteño.

7 mayo, 2024

Perfil

Daniel Pinteño

Temporada de Música de la Fundación BBVA

El violinista obtuvo una Beca Leonardo en 2019 para recuperar y grabar las cantadas del compositor español Antonio Literes, escritas hacia 1720-1730 e inéditas hasta la obtención de la beca. Su interés en recuperar el patrimonio histórico le llevó después a preguntarse por la música que sonaba en aquella época más allá de los ambientes cultos. Así, reparó en que algunos manuscritos de la era barroca contenían melodías que no estaban completas: “Aparecen los incipit, es decir, los principios, los primeros compases de algunas canciones y danzas populares del siglo XVII como jácaras, fandangos, canarios, chaconas…”, explica el músico.

La investigación histórica que rodea a estos manuscritos revela que los compositores anotaban estos incipit como base para piezas más extensas que eran capaces de recordar simplemente a partir de unos pocos compases o bien como motivos sobre los que improvisaban los intérpretes. De hecho, Pinteño aclara que la improvisación es uno de los pilares fundamentales de la música barroca, que, junto con la ornamentación y la variación, guían también su puesta en escena actual.

“A partir de un comienzo, de un incipit, arrancamos y creamos toda una pieza, en una especie de jam session barroca donde pretendemos dar rienda a la libertad”, afirma el violinista. Dentro de su improvisación, además, los intérpretes introducen algunos guiños a la música popular del siglo XXI, con el objetivo de reflejar la influencia que tiene el contexto sociocultural de cualquier intérprete en su creación: “Abordamos la interpretación con mucha libertad, pero desde una fuerte base musicológica”.

Salir del concierto clásico con influencias de la América colonial

“Me imagino a cuatro personas del ambiente universitario de Salamanca – apunta Pinteño – que, después de estar trabajando o estudiando todo el día, por la tarde-noche terminan y se van a tomar algo a una taberna y a cantar o tocar música simplemente porque les apetece pasarlo bien. Nuestro concierto también tiene que ser así, que nos lo pasemos bien y nos riamos. Queremos salir un poco del concierto clásico”.

En el repertorio se aprecian también influencias de la América colonial, ya que, según alega Pinteño, “España y Portugal eran la puerta de entrada a Europa de muchas danzas y ritmos” que de allí procedían. “Todas las danzas de nuestro repertorio están hermanadas y muchas tienen que ver con España, son piezas que tenemos en nuestro acervo popular”, añade.

La recuperación de la tradición y la aproximación desenfadada a un tipo de música normalmente reservado a las élites, defiende el violinista, son claves para ensanchar la base de su público y acercar el barroco particularmente a la gente joven. “Aunque este programa le gusta también al que peina canas, al final no entiende de edades”, puntualiza Pinteño.

“La música barroca es como la tónica –compara–. La primera vez que la pruebas te parece amarga y no te gusta, pero después, poco a poco, te va gustando. De la misma manera, las Lecciones de las Tinieblas de Couperin son maravillosas, pero quizá no es la pieza con la que te tienes que acercar a esta música. A lo mejor te tienes que acercar a la música barroca con unos canarios, unas jácaras o un fandango”.