Rocío de Frutos rescata el Cancionero de la Sablonara, un compendio de la mejor música de comienzos del siglo XVII español

Entre octubre de 1624 y mayo de 1625 Wolfgang Wilhelm, conde de Neoburgo y duque de Baviera, visitó España, invitado por Felipe IV, para jurar el cargo de consejero de Estado. Durante su estancia quedó prendado de la música de la corte y pidió que le facilitaran partituras de las piezas que había escuchado. El rey encargó esta tarea al copista principal de la Capilla Real, Claudio de la Sablonara, quien preparó un manuscrito con una compilación de las piezas en español que gozaban de mayor popularidad compuestas por los autores más famosos de su tiempo. Así nació el Cancionero de la Sablonara, que Wilhelm llevó consigo a su regreso, e incluía setenta y cinco canciones o tonos humanos, como se denominaban entonces, de compositores como Juan Blas de Castro, Joan Pau Pujol, Mateo Romero, Álvaro de los Ríos, Gabriel Díaz y Miguel de Arizo. Los textos de estas canciones se deben a grandes escritores del Siglo de Oro, como Lope de Vega.

El cancionero, cuyas piezas son todas polifónicas, de temática profana y con texto en español (aunque en él participaron también músicos portugueses o flamencos), es una de las pocas colecciones de música cortesana española de comienzos del siglo XVII, pues al haberse conservado en Múnich se libró del incendio que sufrió el Real Alcázar de Madrid en 1734.

Ahora, una parte representativa de este tesoro musical se pondrá a disposición del público gracias a Rocío de Frutos, soprano y fundadora del grupo de música histórica Vandalia. De Frutos lleva meses investigando en el Cancionero de la Sablonara gracias a una Beca Leonardo en Música y Ópera de la Fundación BBVA y acaba de grabar la primera parte de un doble CD que reunirá entre 25 y 30 piezas de este volumen. De la mayoría de estas obras no existe ninguna versión grabada en el mundo y ahora se llevarán a soporte digital en una colaboración entre Vandalia, que asume la parte vocal, y Ars Atlántica, que se encarga del acompañamiento instrumental bajo el liderazgo de Manuel Vilas.

“Cuando el Palacio Real cae pasto de las llamas, un siglo después de la visita del duque de Baviera, miles y miles de partituras desaparecen”, explica Rocío de Frutos. “El incendio es devastador y todo el repertorio musical de la Corte arde, destruyéndose una parte muy importante de la música española para siempre”.

El cancionero, conservado en la Biblioteca Estatal de Baviera en Múnich, se erige como “una singular antología de lo mejor que se escuchaba en Madrid en ese momento musical tan rico”, precisa De Frutos. Y añade: “Ahora se trata de sacar del olvido una buena parte de esas 75 canciones polifónicas, en su mayoría inéditas y en primera grabación mundial, para dar a conocer una época de la historia de la música española de enorme relevancia y que ha caído en el olvido, contribuyendo así a la urgente tarea de la recuperación de nuestro patrimonio musical”.

Este proyecto supone un paso más en la difusión de la música del Renacimiento y el Barroco en la que De Frutos comenzó a trabajar con la fundación de Vandalia en 2013. El primer paso lo dio con la grabación de obras vocales inéditas de Juan Manuel de la Puente (con el CD Espacios sonoros de la catedral de Jaén. Juan Manuel de la Puente (1692-1753), al que siguió Soledad tengo de ti, un monográfico de canciones de Juan Vásquez (1500-1560), e Hirviendo el mar, una selección de tonos humanos polifónicos en grabación inédita junto al arpista Manuel Vilas y su grupo Ars Atlántica. Ese trabajo abrió una línea que ahora se continúa con la grabación de tonos inéditos del Cancionero de la Sablonara, disco que verá la luz a finales de 2019.